Vistas de página en total

21 dic 2011
Crónica futbolística del nuevo gobierno
La prensa ha venido elucubrando. Supresión de jugones. Cultura e Inmigración se podrían quedar fuera. A cambio, las presiones de Platini y Merkel instando a poner un poco de músculo en el centro, podrían hacer jugar con el doble pivote de Economía y Hacienda.
El debate de los aficionados es otro. El público pide empleos. Tras unos años de éxito, los últimos han sido baldíos. La cantera se ha desmoronado y desde fuera, la FMIFA ha invalidado algunos por dopaje.
Lo cierto es que el presidente del España F.C. sabe que si en un par de años no gana nada se le va a complicar el tema, por mucha mayoría absoluta que tenga en sus asambleas de compromisarios. El miedo a seguir perdiendo acecha, y salir a no perder parece que es "lo que hay que hacer".
Hoy, al fin, sabemos quién saltará a la palestra. Algunos jugadores estaban claros. Soraya como motor del equipo y Gallardón de jugón disciplinado a la izquierda, con desborde pero sumando al equipo, parecían fijos en las quinielas. Ana Mato continúa de mediapunta titular, aunque preocupan los primeros síntomas del Síndrome de Jaguar and Gürtel.
Y como no, las guindas del pastel. La no convocatoria de Pons tras una pretemporada en la que tenía puesto fijo en el lateral izquierdo, y la alineación de un defensa duro, cuyo lema es "si pasa con el balón le doy un racimo de hostias", han hecho vibrar las paredes de la Caverna 2.0.
Pero caso a parte merece la tercera. Una guinda que guindó y que no se ha caído de un guindo. Se ha hecho efectiva la cláusula impuesta por los mayores accionistas (Mendes and Sachs S.A.) y De Guindos, que hizo descender a su anterior equipo, tendrá el rol de capitán. Y todo para dar confianza a las casas de apuestas.
El lenguaje delator
"Haré lo que tenga que hacer" Mariano Rajoy (2011)
Buen momento para pararse a pensar. Con Rajoy deshojando la margarita de los ministrables y los prebostes del PSOE con el campo libre para desmarcarse de la gestión pasada y ganar adeptos, el campo está abonado para el debate superficial de contertulios en nómina y de parroquianos de bar.
Buen momento también por la coyuntura, o más bien por la estructura de crisis que gobierna nuestro día a día, que hace levantar algunos espíritus críticos con respecto al funcionamiento del sistema y de la pérdida de principios democráticos.
Hace algún tiempo que los partidos políticos se han convertido en estructuras anquilosadas de poder vertical, en donde sus líderes, que son traicionados por el subconsciente, emplean a menudo la primera persona del singular en sus discursos. El mandato parlamentario tan proclamado en la Constitución viene cediendo ante la disciplina de partido, que más bien cabría definir como "la voluntad del Presidente".
Caso especialmente lacerante el del PSOE, que tras el mayor batacazo de su historia, no admite unas primarias y plantea su refundación de fachada a través de un Congreso de "avalados". Y es que en casa del herrero, cuchillo de palo.
Los Obamas, Sarkos, Merkels y demás se llenan la boca de magnánimas palabras en defensa de la democracia, recibiendo llamadas y presiones desde la nebulosa que dictan nuestros futuros, pero gozando de poder absoluto en el seno de sus partidos políticos.
Este personalismo, que facilita el titular, es tan incongruente con el sistema democrático como asumido en el lenguaje mediático y cotidiano. Y es que quizás, es tan de nuestro día a día, tan "natural", que no le prestamos demasiada atención.
19 dic 2011
El rebelde consumista
http://www.youtube.com/watch?v=R706isyDrqI
En un tiempo muerto del tercer cuarto de la Superbowl, Apple, estandarte del consumo cool de la última década, lanzó una agresiva campaña publicitaria que pretendía desbancar a IBM, que con su PC amenazaba su supervivencia. Este ataque al "orden establecido" es estudiado por algunos expertos en Marketing como el inicio de la era del rebelde consumista.
La famosa "diferenciación", que había hecho sus escarceos en forma de jinete de Marlboro o de bebedor de whisky, comenzó a globalizarse con la caída del muro y con Reagan y Thatcher abriendo paso al capitalismo desbocado.
Y desde entonces, en crecimiento exponencial, la publicidad que invade nuestro espacio cotidiano clava necesidades y clasismo en nuestros vulnerables cerebros. Tu vida será más fácil, más pulgadas, más caballos, más funciones. Y serás el que más folla con esta colonia, la más libre con este coche y la más admirada con este i-pod. Más listo que el vecino. Desaprenderás lo aprendido...serás rebelde porque no eres como los otros. Y, por supuesto, lo pagarás.
Últimamente, autores como Roberto Saviano o Naomi Klein han desglosado con espíritu crítico el chiringuito que tienen montado los gurús de la "alta costura" en talleres de chinos en el sur de Italia, las técnicas miserables de algunas marcas deportivas a pie de colegio o las fábricas deslocalizadas y las prácticas mafiosas de las marcas que nos venden excelencia.
Fácil caer en la demagogia. Ser parte de la sociedad es, hasta cierto punto, transigir con ella. El término medio entre vivir debajo de un puente y comer peces porque no tienen sentimientos (como cantaba Kurt Cobain en "Something in the way") y comprarte un cochazo de 60.000 pavos o un anillaco de 5.000 no es fácil, y la gran mayoría lo gestionamos como podemos.
Nuestro Pepito Grillo se sube en el hombro. Se viste de ángel con gorro ceñido de Calvin Klein, un Apple de última generación o una sudadera con un título subversivo que vale 20 talegos.
Si Orwell levantara la cabeza vería que su Gran Hermano ya no tiene razón de ser. Sus automatismos se autorregulan inexorables. Unos pocos manejan las cámaras y el resto nos movemos en arenas movedizas. O contentos con el género o ansiando escapar con pose de rebelde en el espejo. A veces ir más allá y ante congelación permitirse ciertas concesiones, haciendo malabares para respetar la huella ecológica. O drogarnos con lo fungible, que viste innumerables disfraces. Otros, que no están siquiera en el foco, rebuscan en nuestras basuras soñando con ser el triunfador de su manzana.
Todos intentando dar otro bocado al símbolo del pecado original.
Postdata del subconsciente: quiero ir a quemar la sede de Movistar por sus últimos anuncios.
15 dic 2011
Tomhankeando en borrachera de sueño
14 dic 2011
Punto y seguido
11 dic 2011
Téranga
7 dic 2011
La sartén decimonónica
5 dic 2011
Tajabone
4 dic 2011
De Senegal y sus bendiciones
3 dic 2011
Financiado por la ONU y por Italia
30 nov 2011
Más allá del fútbol
21 nov 2011
El insomnio de Rajoy
27 oct 2011
Comité de crisis
3 sept 2011
Vida de un afortunado mechero
Mi primer recuerdo es un olor. Más bien, una mezcla de ellos: madera vieja, chicle de menta y tabaco, con un leve aroma afrutado. Erguido entre mis compadres, salí de la incubadora bien pronto.
Fui concebido en buena época. Tenía buenas prestaciones y además era guapete: negro con la cabeza plateada. Un caramelo en una tienda de chinos.
El miedo inicial ante lo desconocido fue intenso pero pasajero. En seguida empecé a entender el porqué de mi existencia. Mi llama ladeada y potente cundiendo la piedra, mi espina dorsal moldeando la obra y el calor en mi cerebro al terminarla me provocaba una sensación cercana al orgasmo humano. Había nacido para esto.
Desde esa primera experiencia han pasado muchas manos por mi torso. Sitios nuevos, dueños descuidados, viajeros, tatuadores de mi lisa envergadura. Al fin di con el sueño de todo mechero: un propieatario que me mimaba, que renovaba mis entrañas y que recargaba mi sangre. Y con él aprendí del mundo.
De eso hace ya mucho tiempo. Hoy tranquilizo a los más jóvenes en este lugar oscuro. Un bic amarillo al borde del suicidio y un mechero de plástico rojo con la piedra rota comparten cajón y miserias. Su existencia ha sido breve, y su sangre pronto se agotará por su escaso aislamiento.
Y yo sueño todos los días con que mi dueño vuelva a fumar petas.
29 jul 2011
Actualidades

26 jun 2011
El intrigante caso de Bibiana Aído

22 jun 2011
Kamikaze del espacio
Me quedan 43 horas de oxígeno. Una vez superada la certidumbre de mi muerte, solamente me queda disfrutar de lo que me rodea, palpar con mis ligeras manos el vacío.
A espaldas del sol, millones de colores sin nombre desfilan en cuerpos de diferentes tamaños. Yo creo que existen, aunque quizás es un espejismo provocado por mi dañada percepción visual. Durante mi vuelo, he ido inventando nombres para cada uno de ellos. Sería inútil explicarlo, hacer algún paralelismo con el rojo, el verde o el azul. Todo es, simplemente, distinto.
La temperatura exterior es de -1300 grados bajo cero. Mi sistema de calefacción es fantástico. Digo esto para que quede constancia de que el experimento podría considerarse todo un éxito. El tubo que me alimenta sigue drenando con regularidad, y el cambio de sabores aleatorios funciona como en el primer instante de mi despegue. El traje ha conseguido disminuir la fuerza de rozamiento al mínimo y en ningún momento he sentido sensación de ahogo.
He descubierto muchas cosas: ahora sé a dónde van a parar todos los mecheros perdidos, que flotan girando alrededor de la tierra. Un poco más cerca de la atmósfera se entrelazan los calcetines. Cuando el caprichoso azar logra juntar un par (fenómeno complicado porque siempre perdemos uno), éstos bailan en el espacio al ritmo de Space Oddity.
Es como si mi cerebro solamente pudiera retener la belleza y la paz que me rodea y hubiera olvidado el resto de recuerdos. Envío esta comunicación, que será la última, y aprovecho para agradecerles la oportunidad de vivir algo así. En unos instantes, me entregaré al infinito hasta consumir la última brizna de oxígeno.
17 jun 2011
Mandato pacífico al mismísimo culo
16 jun 2011
De desahucios y fumadas
10 jun 2011
Nuestros amigüitos del FMI

8 jun 2011
Prisa mata
30 may 2011
Alegre mundo al revés
24 may 2011
Bebés con ideas de adultos
22 may 2011
Gracias
17 may 2011
Carrera profesional
15 may 2011
Eurovisión y Schengen

11 may 2011
Los informantes de mi abuela

9 may 2011
B de Premio Nobel y S de villano
28 abr 2011
Una noche especial
26 abr 2011
"The land of the free"
19 abr 2011
Libia sile, Siria nole
14 abr 2011
Monotonía en forma de planta
Enredadera silenciosa, dejo las ganas gastadas en el sillón. Siento colillas y ausencias en el aliento que llama al amanecer. Gravemente posada alrededor, olores viejos que prenden el edredón. Solo, rabiando en tu hueco, el cazador nació un buen día, del vientre, nada que hacer.
Yonky de huída, busco la puerta, rumio en mis pasos el próximo destino. Hielos y luces, oscuridad, cóctel de drogas dibuja mi camino.
Mártir del vómito, muñeco en la acera, zigzag de calles que vuelven a tu vera. Charlas, portales, resignación, busco las llaves que rompen mi bolsillo.
Tu bici en la entrada me mata, a hostias, rompiendo el infinito. Tejo mi mierda, quiero dormir en la posada de la tristeza que yo cosí.
Duermo en el suelo, despojo, y aislado de tu espíritu sueño contigo. Revuelto, despierto en medio del salón...la enredadera silenciosa nos devoró.