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3 dic 2011

Financiado por la ONU y por Italia

Llevo ya casi cinco días por aquí y parece que hubiera llegado ayer. Los ritmos salmódicos y la percusión de los bidones de plástico son el hilo musical que mis oídos asimilan sin esfuerzo. Los días pasan entre reuniones, pachanguitas de fútbol con los canijos y conversaciones con el peruano bajito, muy majete, muy amanerado y muy de argumentarlo todo (estilo Aitor) y el viejete del Bierzo, que vive más en la parra que el viejo del anuncio del coche. Para haceros una idea, el otro día me preguntó si Zapatero se había presentado otra vez a las elecciones.

Hoy me he ido con el peruano en la moto a visitar a un antiguo entrenador de fútbol que llevó a un equipo de Dakar a la Copa de África. Nos ha contado muchas cosas interesantes acerca de las dificultades que nos podemos encontrar al organizar una liga de fútbol por aquí. Después hemos ido al estadio de fútbol de Dakar para encontrarnos con una mujer que es instructora de esgrima (sí, sí, esgrima) para intentar montar una estrategia que consiga atraer a las chicas a hacer deporte.

Después de cenar un pescado riquísimo que Mamá Mari Anne ha ido a comprar a la lonja esta tarde, me he ido con Pascal a ver un concierto. En la casa de la cultura de Dakar, la Embajada italiana cerraba varias semanas de actividades con la actuación de Ismael Lo, un cantante bastante conocido en Senegal. Entorno agradable, con árboles, flores y un chiringuito para beber cerveza Flag.

La verdad es que me ha encantado. El fulano hablaba un poco en español creyendo que era italiano. En un momento dado, ha gritado Hala Madrid y la peña se ha quedado bocas. Un poco después, ha parado de cantar y ha dicho que como la gente no se pusiera de pie y empezara a bailar, suspendía el concierto. El puto amo el Ismael.

Como es habitual en estos eventos, los blancos expatriados y algunos senegaleses de alta cuna llenaban las sillas de jardín del recinto. Por lo que he podido observar en mis viajecillos por aquí, y hoy era un evento perfecto para ello, en África existen (existimos) varios tipos de blanco/a:

1. El amargado/a, que siempre está con una mueca de fastidio ante todo. Impaciente, condescendiente, se queja de lo desastrosos que son los africanos. Más o menos el mismo porcentaje de tíos que de tías.
2. El entregado/a, que se hace rastas, lleva pintillas de perro flauta e intenta parecer negro bailando sin gracia al ritmo de la música. Y que se folla a un negrata o a una negrata desde el segundo día que llegó. Bastantes más pibas que pibes.
3. El borrachuzo/a, que le da igual si está en Dakar o en Teruel. Pregunta donde está el bar y se hincha a birras. Bastantes más pibes que pibas.
4. El flipado/a, que lo sabe todo de África cual ratón de biblioteca, lleva camisa y pantalones de coronel Tapioca y se cree que va a cambiar el mundo con su paternalismo. Suele haber más pibes que pibas, pero está más equilibrado.

Esta noche he conocido a un par de luxemburgueses muy majetes, del pelaje número 4. Trabajan para la ONU y se creen que están haciendo la polla en verso. La verdad es que se lo han currado, ya que me han invitado a tres o cuatro birras. Mirándolo bien, me he tomado una a la salud de Obama y otra a la de Putin, por eso del veto y tal. La tercera se la voy a dedicar a Sarkozy por eso de que nos va salvar el culamen con el temita del euro (sarcasmo modo ON).

Para no irme de rositas, yo me definiría como un 3, con algunos matices del 4 porque a veces me flipo un poquito, y otros matices del 2, más que nada porque las senegalesas están más buenas que comer con las manos. Madre mía que cacho de pibones se ven por aquí.

Así que nada, me voy al sobre que mañana toca hacer cositas de curro. Os dejo un enlace de una canción que he escuchado esta noche y que seguro conocéis. Se me han puesto los pelos como escarpias. Por África:




1 comentario:

Anónimo dijo...

Grande tu música! Nunca te escribo, pero te leo, y sueño sentir lo que sientes, eres un suertudo sin suerte porque conseguiste ser un busca destino que encuentra.

No nos importa que seas tipo 1, 2, 3 ó 4, te folles a Obama o a putin, te echamos de menos por aqui. Raquel Merlín