No son bombas de racimo de fabricación española lo que lanza el régimen sirio a sus manifestantes. Tampoco el presidente de Siria es Gadafi, el villano al que pronto Marvel le dedicará un cómic.
El caso es que ya hay muchos civiles muertos, de esos claros y concisos que salen a la calle desarmados para reclamar dignidad y reciben un tiro. Centenas de muertos.
Y estas ratillas que gobiernan Siria han sabido asociarse con los de siempre. Con la alimaña francesa, el caballo inglés y con el jockey americano. Incluso con el topillo de agua español y el cocodrilo ruso.
Ya puesta el Arca de Noé en el Mediterráneo, podrían desplegar sus avioncitos y sembrar la democracia y la paz allá donde sea necesario. Sacar la calculadora de víctimas civiles y mojarse los labios para firmar la resolución de la ONU correspondiente, acudiendo con su bandera de "cuidadito" allá donde fueran necesitados. Una base israelí, así, se me ocurre sin pensar...
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