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21 dic 2011

Crónica futbolística del nuevo gobierno

Rajoy no ha admitido preguntas. Tras ganar las elecciones con 17.000.000 millones de votos, aupado por una gestión lamentable del anterior presidente, ha dado su trece inicial. Ha escondido su alineación hasta el último instante. Ni siquiera el scouting más afilado de todo un Rubalcaba ha sabido descifrar sus cartas.

La prensa ha venido elucubrando. Supresión de jugones. Cultura e Inmigración se podrían quedar fuera. A cambio, las presiones de Platini y Merkel instando a poner un poco de músculo en el centro, podrían hacer jugar con el doble pivote de Economía y Hacienda.

El debate de los aficionados es otro. El público pide empleos. Tras unos años de éxito, los últimos han sido baldíos. La cantera se ha desmoronado y desde fuera, la FMIFA ha invalidado algunos por dopaje.

Lo cierto es que el presidente del España F.C. sabe que si en un par de años no gana nada se le va a complicar el tema, por mucha mayoría absoluta que tenga en sus asambleas de compromisarios. El miedo a seguir perdiendo acecha, y salir a no perder parece que es "lo que hay que hacer".

Hoy, al fin, sabemos quién saltará a la palestra. Algunos jugadores estaban claros. Soraya como motor del equipo y Gallardón de jugón disciplinado a la izquierda, con desborde pero sumando al equipo, parecían fijos en las quinielas. Ana Mato continúa de mediapunta titular, aunque preocupan los primeros síntomas del Síndrome de Jaguar and Gürtel.

Y como no, las guindas del pastel. La no convocatoria de Pons tras una pretemporada en la que tenía puesto fijo en el lateral izquierdo, y la alineación de un defensa duro, cuyo lema es "si pasa con el balón le doy un racimo de hostias", han hecho vibrar las paredes de la Caverna 2.0.

Pero caso a parte merece la tercera. Una guinda que guindó y que no se ha caído de un guindo. Se ha hecho efectiva la cláusula impuesta por los mayores accionistas (Mendes and Sachs S.A.) y De Guindos, que hizo descender a su anterior equipo, tendrá el rol de capitán. Y todo para dar confianza a las casas de apuestas.

El lenguaje delator

"Haré lo que tenga que hacer, cueste lo que cueste y cueste lo que me cueste" José Luis Rguez. Zapatero (2010)

"Haré lo que tenga que hacer" Mariano Rajoy (2011)

Buen momento para pararse a pensar. Con Rajoy deshojando la margarita de los ministrables y los prebostes del PSOE con el campo libre para desmarcarse de la gestión pasada y ganar adeptos, el campo está abonado para el debate superficial de contertulios en nómina y de parroquianos de bar.

Buen momento también por la coyuntura, o más bien por la estructura de crisis que gobierna nuestro día a día, que hace levantar algunos espíritus críticos con respecto al funcionamiento del sistema y de la pérdida de principios democráticos.

Hace algún tiempo que los partidos políticos se han convertido en estructuras anquilosadas de poder vertical, en donde sus líderes, que son traicionados por el subconsciente, emplean a menudo la primera persona del singular en sus discursos. El mandato parlamentario tan proclamado en la Constitución viene cediendo ante la disciplina de partido, que más bien cabría definir como "la voluntad del Presidente".

Caso especialmente lacerante el del PSOE, que tras el mayor batacazo de su historia, no admite unas primarias y plantea su refundación de fachada a través de un Congreso de "avalados". Y es que en casa del herrero, cuchillo de palo.

Los Obamas, Sarkos, Merkels y demás se llenan la boca de magnánimas palabras en defensa de la democracia, recibiendo llamadas y presiones desde la nebulosa que dictan nuestros futuros, pero gozando de poder absoluto en el seno de sus partidos políticos.

Este personalismo, que facilita el titular, es tan incongruente con el sistema democrático como asumido en el lenguaje mediático y cotidiano. Y es que quizás, es tan de nuestro día a día, tan "natural", que no le prestamos demasiada atención.

19 dic 2011

El rebelde consumista

"El 24 de enero, Apple Computer presentará Macintosh, y verá por qué 1984 no será como "1984" (la novela)"

http://www.youtube.com/watch?v=R706isyDrqI

En un tiempo muerto del tercer cuarto de la Superbowl, Apple, estandarte del consumo cool de la última década, lanzó una agresiva campaña publicitaria que pretendía desbancar a IBM, que con su PC amenazaba su supervivencia. Este ataque al "orden establecido" es estudiado por algunos expertos en Marketing como el inicio de la era del rebelde consumista.

La famosa "diferenciación", que había hecho sus escarceos en forma de jinete de Marlboro o de bebedor de whisky, comenzó a globalizarse con la caída del muro y con Reagan y Thatcher abriendo paso al capitalismo desbocado.

Y desde entonces, en crecimiento exponencial, la publicidad que invade nuestro espacio cotidiano clava necesidades y clasismo en nuestros vulnerables cerebros. Tu vida será más fácil, más pulgadas, más caballos, más funciones. Y serás el que más folla con esta colonia, la más libre con este coche y la más admirada con este i-pod. Más listo que el vecino. Desaprenderás lo aprendido...serás rebelde porque no eres como los otros. Y, por supuesto, lo pagarás.

Últimamente, autores como Roberto Saviano o Naomi Klein han desglosado con espíritu crítico el chiringuito que tienen montado los gurús de la "alta costura" en talleres de chinos en el sur de Italia, las técnicas miserables de algunas marcas deportivas a pie de colegio o las fábricas deslocalizadas y las prácticas mafiosas de las marcas que nos venden excelencia.

Fácil caer en la demagogia. Ser parte de la sociedad es, hasta cierto punto, transigir con ella. El término medio entre vivir debajo de un puente y comer peces porque no tienen sentimientos (como cantaba Kurt Cobain en "Something in the way") y comprarte un cochazo de 60.000 pavos o un anillaco de 5.000 no es fácil, y la gran mayoría lo gestionamos como podemos. 

Nuestro Pepito Grillo se sube en el hombro. Se viste de ángel con gorro ceñido de Calvin Klein, un Apple de última generación o una sudadera con un título subversivo que vale 20 talegos.

Si Orwell levantara la cabeza vería que su Gran Hermano ya no tiene razón de ser. Sus automatismos se autorregulan inexorables. Unos pocos manejan las cámaras y el resto nos movemos en arenas movedizas. O contentos con el género o ansiando escapar con pose de rebelde en el espejo. A veces ir más allá y ante congelación permitirse ciertas concesiones, haciendo malabares para respetar la huella ecológica. O drogarnos con lo fungible, que viste innumerables disfraces. Otros, que no están siquiera en el foco, rebuscan en nuestras basuras soñando con ser el triunfador de su manzana.

Todos intentando dar otro bocado al símbolo del pecado original.

Postdata del subconsciente: quiero ir a quemar la sede de Movistar por sus últimos anuncios.

15 dic 2011

Tomhankeando en borrachera de sueño

Pues aquí ando, pasando el rato con el wifi público del aeropuerto de Casablanca. Es curioso que en Barajas no se pueda pillar un wifi de gratelo cuando en la mayoría de países que conozco sí que dan ese servicio. Pero bueno, ya sabemos cómo funciona el tema de los servicios públicos en Spañistán.

El viaje desde Dakar me lo he pasado sobando como un bendito, con alguna interrupción debido a mi suerte habitual: me han tocado dos andaluces al lado que no paraban de hablar de curro y de moverse. No se dormían ni pa dios. Para que luego venga diciendo Cayetano que no tienen futuro.

Llevo ya un par de horas por aquí y se me está poniendo un poco cara de Tom Hanks. En la escala de la ida estuve identificando tres lugares imprescindibles para estar lo más a gustito posible:

1. Un baño escondido donde poder parir Bill Cosbys sin dejarme la muñeca limpiando la taza ni gastar medio rollo cubriendo el trono.
2. Un enchufe donde poder conectar el portátil sin que se agote la batería (sí, Alvy, ya sé que si tuviera un Mac no lo necesitaría).
3. Una zona de fumadores lo menos apestosa posible. En el piso de abajo, al lado de la mezquita (sala cutre) hay un punto de fumadores que no utiliza ni Perry.

Así que nada, de momento puedo decir que el tiempo de espera se me está haciendo bastante agradable. Me bajé un par de capítulos de Misfits y otro par de Homeland para entretenerme un poquito. Aclarar que, efectivamente, las cuartillas que me había dejado el viejete del Bierto con el título de "Duchas para Dakar" están destinadas a su reparto entre amigos y conocidos para recaudar pasta para la causa. Como me puso en un "mem-brete", le dije que haría lo que pudiera. La verdad es que le he mentido por segunda vez. Habrá una tercera, le dijo Chuscristo a Saint Peter.

Pues eso, que llego a los madriles con ganas de juergues si mi cuerpo aguanta, que no he dormido demasiado. Daré un toque a los "morros calientes" (ya sabéis quiénes sois) para que acompañen a un buen samaritano por los caminos del vicio y de la perdición, que bastante he limpiado mi alma y mi cuerpo estas tres semanitas.

14 dic 2011

Punto y seguido

En unas horas el peruano bajito me llevará al aeropuerto. Tengo varias cartas que me ha dejado el viejete del Bierzo para que se las envíe desde España, junto a unas cuartillas con el siguiente título: Duchas para Dakar. No sé si quiere que las reparta en el Metro. Si las nuevas experiencias tuvieran volumen, los de Royal Air Maroc se iban a forrar con el sobrepeso. Aunque la pérdida de algún prejuicio contrarrestará un tanto el peso de mi bullente cabecita.

El lunes fue un día curioso. Había organizado un taller de participación en el que había invitado a bastante gente de variado pelaje: profesores/as de Educación Física, entrenadores de fútbol, directores de escuela, jóvenes, padres, etc. Al final vinieron 10 personas, número suficiente para poder intercambiar ideas y escuchar propuestas interesantes. Antes, en una de esas casualidades que brinda el destino, Anita (súper-colega) había aterrizado en Dakar por temas de curro. Así que quedamos para comer en un restaurante de comida Guineana recomendado por la "Loli Planet", aunque realmente la carta parecía una guía de las páginas amarillas (ofrecían hasta paella valenciana).

¿Qué hacer si vas a sacar panoja y te encuentras 80 pavos? ¿Los coges, los devuelves al banco o los dejas? Porque eso fue lo que nos pasó al ir al cajero. Tras un breve debate con bastante querencia hacia la primera opción, cogimos la pasta y nos ahuecamos. Los argumentos a nuestro favor fueron dos:
1. Será un blanco porque tiene tarjeta de crédito y se ha dejado aquí la pasta. No la necesita.
2. Si se la damos al menda del banco se la va a echar a la buchaca.
Conclusión: nos la quedamos nosotros y fortalecemos la economía local pegándonos un buen cenote y dando algo de pasta a la asociación de chicos de la calle.

Ayer tuve una reunión con ese ente denominado OTC (Oficina Técnica de Cooperación) de España en Senegal, más que nada para que me vieran el careto, porque información, lo que se dice información, no suelen dar demasiada. Una tipa valenciana con flequillo moderno me prometió que me pondría en contacto con varias ONG´s que trabajan en el tema de educación (ningún mail hasta ahora). Después me pillé un teco, negocié a cara de perro con el taxista (no lo puedo evitar) y me dirigí al hotel de Ana, un lugar de ensueño que hace olvidar la miseria circundante, con piscina olímpica, playa privada y hordas de gabachos viejunos. Me tome un par de birras esperando que Anita terminara su jornada y cenamos ricamente, charlando del mundo y de cómo arreglarlo.

Hoy he aprendido bastante. Tras la siempre cansina tarea de pedir cartas de apoyo, después de comer me he ido a un centro de niños de la calle. Un grupo de senegaleses jóvenes, con los cojones como el caballo de Espartero, constituyó una asociación hace varios años y actualmente acoge y educa a más de 30 niños de diferentes edades. Les han sacado literalmente de la calle. Echados a patadas de sus casas, adictos al pegamento para matar el hambre, delincuentes por supervivencia y víctimas de toda suerte de violencia, su dura realidad hace que nuestros problemas no merezcan siquiera llamarse de tal modo. Hemos compartido buenas ideas para currar juntos: formaciones para los monitores, actividades socio-educativas para los chavales e inserción laboral para los mayores que han seguido estudiando.

Como suele ser habitual cuando se acerca el viaje de vuelta, los últimos días han pasado volando. Algo más de dos semanas han necesitado mis sentidos para convertir el tiempo y el espacio en rutina. Espero volver a este país para quedarme. Sea lo que sea, puedo decir bien alto que ya me tienen entregado a su causa, a su gente y, como no, a su selección de fútbol. Allez les lyons!!!!!!!!!!!

11 dic 2011

Téranga

Quedaban escasos minutos para el comienzo del Clásico. Y el dentista aristócrata de la Casamance y yo buscábamos desesperados un lugar para verlo. Me habían comentado que lo echaban por la tele pública, pero a la hora del partido nos dimos cuenta de que no, de que había que encontrar en Mbour algún abonado a Canal Plus. La téranga (hospitalidad) senegalesa se presentó ante mis ojos como un regalo.

El gol de Benzema nos pilló pululando, llamando a puertas de gente humilde que nos invitaba a entrar con total naturalidad para comer o beber algo. Por fin, un chaval nos guió a una casa, y una familia de cinco hermanos, tres chavales, dos del Barça y uno del Madrid, y dos chicas, que adoraban a Messi (no sé dónde le ven el sex appeal al muchacho) veían el partido con vehemencia. Nos abrieron las puertas de su casa, hicieron hueco en el sillón y nos ofrecieron agua. Y en el momento en el que bebía un trago, Messi la lió, Alexis marcó y los chavales gritaron como locos. Lo demás está todo dicho. Un año más escaldados, un año más reconociendo que todavía no hemos alcanzado al Barça. Y podrá parecer ventajista, pero Cristiano y Mourinho me siguen poniendo de los nervios.

32 horas antes enfilaba en un bus carraca la interminable línea recta, paralela al mar, que forma la espina dorsal del país. Entre acacias y baobabs, el bule recorría cansino con un tubab dentro los 90 kilómetros de distancia entre Dakar y Mbour.

El hostal por fuera parecía mejor de lo que era. Mi habitación consistía en una camucha con mosquitera rota (me han breado los putos mosquitos) y un baño un tanto sucio. En cambio, la peña del hotel era encantadora y había una terracita con música y con birras frías. Tras instalarme, es decir, tirar la mochila y plantar un pino, bajé a tomarme una birra. Y entonces apareció Zoro, el guía-amigo, un tipo que curra en el hotel. Como vivimos un poco emputecidos, reconozco que mi primera reacción fue el recelo. Pero comenzamos a charlar y el fulano era muy majete. Le debí de caer bien porque me invitó a su casa a comer, con su mujer y su recién nacida. Zoro alquila una habitación cutre pero impoluta. Su mujer, joven, guapa y encantadora, había cocinado una comida sencilla pero deliciosa (arroz con pescado ahumado).

Después de la siesta, nos fuimos a la playa de los pescadores. Decenas de cayucos, los mismos que se adentran en altamar para llegar a las Canarias, cubrían la fina arena. Las mujeres vendían infinidad de pezqueñines de mero, dorada, caballa y pequeños tiburones con la aleta cortada y un menda intentaba colocarme un collar de piños de tiburón por un pastizamen.

Cuenta la historia que cuando Mahoma empezó a predicar, el vino era algo socialmente permitido. Pero cuando vio que la gente se pillaba unos pedos desfasados y se volvía violenta, prohibió el alcohol. Cuento esto porque al intentar tomarnos una birra nos encontramos los garitos cerrados en Mbour. Según nos contaron, el nuevo comisario, alarmado por los altos índices de criminalidad, había cerrado temporalmente los bares.

Así que Zoro, todo un profesional, llamó a un colega con buga, compró una bolsa de marihuana y tras fumarnos un par de canutos en el hostal, nos dirigimos a Sali, un "oasis" para blanquitos con carretera perfectamente asfaltada, hoteles con playas privadas y garitos puestos a la europea.

Cenamos en un lugar tranquilo que me dejó un malísimo sabor de boca. No por la comida, que estaba buenísima, ni por las birras, que cayeron como el agua, sino por la cantidad de blancos viejunos que baboseaban a chicas que ejercían la prostitución. Después nos fuimos a una discoteca, nos tomamos otro par de birras, dije que no a varias tipas y volvimos al hostal.

El sábado me levanté tarde, cosido por los mosquitos, y fui de nuevo a comer a casa de Zoro. Tras un rulo y un baño en la playa, ya en el hostal, empecé a charlar con un montón de peña de Mbour que paraba por allí para tomarse una birra. Uno de ellos, Jean, un madridista apasionado, me contó su historia y la de su etnia, los Yola. Descendiente directo de un rey de la Casamance (una región que está en el Sur), había estudiado odontología en una Universidad privada de Casablanca.

Gente maja, con una inocencia infantil que derrocha pureza. Gente amigable, que no te ve como un saco de euros, y si lo hacen, lo disimulan muy bien. Mucho que aprender. Y aunque siempre seremos tubabs, los matices son gigantes. Y la empatía es la minúscula huella que dejamos en el mundo.

7 dic 2011

La sartén decimonónica

"Es la fortuna, no la sabiduría, la que gobierna la vida del hombre" Cicerón

Ya lo decía este fulano, que ha pasado a la historia como un sabio. De eso hace ya casi 2000 años, y parece que las cosas no han cambiado demasiado.

Y es que el todo por la plata impera, y lo tienen muy bien cuadrado. Y cada vez la pirámide se hace más ancha en la base y más pequeña en su cima, y los de la cima cada vez son más ricos. Deben de estar partiéndose la polla al ver lo poco que reacciona el "expoliado proletario". Si Marx levantara la cabeza, se pegaba un tiro, pensarán estos prebostes que manejan nuestros anestesiados culos. Con caramelitos de consumo contemplamos impasibles cómo emputecen nuestro esfuerzo a base de explotación laboral oficialmente impuesta, como agujerean nuestros ya de por sí ligeros bolsillos con rescates a gentuza que encima se lo ha llevado muerto con indemnizaciones millonarias o con la creación de "bancos malos" para sanear el denostado sector de la banca.

Pero bueno, 17 millones de votantes no pueden equivocarse. Democracia parlamentaria se llama. Lo que digan los medios va a misa, y el sábado además juegan el Madrid y el Barça. Y yo todavía me puedo bajar al bar a verlo. Antes me tomaba cinco cañas y ahora solamente tres. Antes fumaba Chester y ahora Pueblo, pero bueno, son pequeños sacrificios con los que puede lidiar una sociedad acomodada.

Cambio de tercio que me caliento. Esta tarde he hecho dos tortillas de patatas, una para Mamá Anne, la cocinera y sus tres hijas y otra para los curillas y para Pascal. La sartén tenía más historia que Cicerón, y al darle la vuelta se me ha quedado todo pegado. La he tenido que arreglar como he podido pero la verdad es que a simple vista tenía bastante mala pinta. El caso es que luego estaba rica, y el peruano ha sacado champán para celebrar la tortilla y la Inmaculada, por ese orden.

Vengo notando desde hace unos días el pique que se traen el peruano bajito y el viejete del Bierzo, y es que en todos los sitios cuecen habichuelas, como diría mi abuela. El otro día íbamos en el coche y conducía el "maraton man". Dremiadelamorhermoso (como diría Forges), no nos matamos de milagro. El peruano miraba al cielo a cada rato y yo...pues yo me calcé el cinturón, me así cual Miss Daisy César al agarrador y me callé como una puta.

Mañana me ahueco de finde, que no solo de curro vive el hombre y ya sabéis que yo me canso mucho porque lo doy todo. Me voy a una zona que está a unos 90 kilómetros al sur de Dakar llamada Mbour. Por lo que me han contado es bastante turística y tiene unas playas acojonantes. Me he reservado una habita en un hostal baratillo que está al lado del mar. Allí espero encontrar peñita con la que pegarme la fiesta este finde, que de tanta vida monacal voy a volver a los madriles y me va a dar un coma etílico con tres botijos.

Si es que así, ¿qué Revolución vamos a hacer?






5 dic 2011

Tajabone

"Esta es la noche en la que el Ángel cae del cielo y visita tu alma. Te pregunta si has rezado y ayunado durante el año" Tajabone

El sol cae vertical en este invierno de broma, y la oscuridad inunda el cielo en cuestión de minutos. Pero hoy la oscuridad trae consigo una leyenda. Coincidiendo con el décimo día del nuevo año musulmán, el ángel de la muerte abandona su morada y visita la tierra, señalando a aquellos que le van a acompañar en el curso de este nuevo año.

En Senegal, donde se mezcla la tradición animista con el islam, esta noche la gente sale a la calle. Los hombres se disfrazan de mujeres y viceversa, los petardos y los yembes suenan por doquier y los niños piden el aguinaldo por las casas. Este mismo día, los musulmanes chiitas conmemoran la Ashura, el martirio del Iman Husein, al que consideran sucesor legítimo del profeta Mahoma.

Hoy he dado el do de pecho y me he levantado con el amanecer. La noche anterior había quedado con el viejete del Bierzo para ir a correr a la playa y me he sentido obligado. Joder con el viejo. Se marca 15 kilómetros a trote cochinero cuatro días por semana. Yo, con mi forma lamentable, he aguantado el tirón como he podido, pero en un momento dado he tirado de excusa sucia y le he mentido a un cura. Bueno, le he dicho una verdad a medias, porque me dolía la rodilla pero me dolían más las piernas. Me he quedado paseando por la orilla de una inmensa playa de arena fina, con los pies al remojo del frío Atlántico. Es increíble la de gente que va a la playa a hacer deporte: desde jóvenes que corren como bestias hasta viejunos abrigados de manera enfermiza que caminan para sudar y perder unos kilos.

Después de una ducha de agua fresquita, he estado visitando con Pascal a varios profesores de Educación Física de colegios del barrio. Poco a poco se va definiendo el proyecto. Después de comer me he marcado un siestón bien merecido, con esa tranquilidad que da el madrugón y la actividad.

Por la noche, después de la rutinaria bendición, nos hemos comido un couscous senegalés delicioso (la sémola es oscura) con carne y especias, un poco picante, típico de la noche de Tajabone. Me voy a tirar en la cama a ver el Salvados del domingo, que se ha estado bajando durante toda la tarde.

Os dejo un enlace a una canción preciosa de Ismael Lo, el fulano del otro día, que habla de la noche de los muertos:


4 dic 2011

De Senegal y sus bendiciones

Son las 18 horas del sábado. Hoy los juveniles de la Escuela de fútbol juegan un partido contra un grupo de chavales del barrio. La pequeña grada de hormigón está poblada de niños de diferentes edades, que observan el partido con mirada jocosa. Pascal, el entrenador grita: ñame (cambio), y un tubab bajito, vestido con la camiseta de Essien, un negro, salta al campo para disputar unos minutos.

La grada se descojona viva a mi costa, gritando movidas en wolof que van desde el vacile hasta los ánimos. Toco el primer balón y siento la presión de la chavalada. Control fácil y pase atrás. El campo de arena de playa es difícil de gestionar, y cada control, pase o carrera cuesta un mundo. Tras los primeros minutos de sorpresa, y ante la dificultad de participar demasiado en el juego porque el partido es un correcalles africano, la gente se va olvidando de que está jugando un blanquito, aunque cada vez que toco el balón o me pego una carrera a trote cochinero, siento el rugido de los cabroncetes detrás mío. Y es que en Senegal la gente es muy vacilona, muy alegre, muy cantarina y muy nocturna. A las 2 de la mañana de un sábado te puedes encontrar un atasco que Sabina definiría como poesía.

Se podría decir que es un país estable, con algún conflicto en el sur debido a un grupo que reclama la independencia. Obviamente pobre, con altos índices de malnutrición, desigualdad y VIH, aunque mejor posicionado en comparación a sus vecinos del sur. Quizás sea porque, paradójicamente, no tiene recursos más allá de la pesca y de su situación geoestratégica, que hace del puerto de Dakar el punto más cercano a América del Sur. Aquí invierten numerosas multinacionales. En la capital se mueve mucho dinero y una incipiente clase media senegalesa da algunas esperanzas para la construcción de un país optimista, aunque siempre ligado al capitalismo occidental que todo lo cubre.

Senegal es un país laico, de mayoría musulmana. El islam no está demasiado intrincado con el poder, a diferencia de los países árabes. Es más bien un islam desordenado, de santones que predican el Corán por aquí y por allá. La minoría católica, que representa alrededor de un 7% (sobre todo por la inmigración que viene de otros países africanos) es bien respetada. Para ilustrarlo con un ejemplo, ayer conocí a un fulano que era católico pero su hermano pequeño era musulmán.

Y como estoy rodeado de católicos, tengo que guardar ciertos protocolos que en ocasiones no son fáciles de interiorizar. Sobre todo, el temita bendición de mesa: antes de comer, los curas se quedan de pie y dan gracias al Señor. Yo me quedo callado. Al acabar, siempre se me olvida que hay que dar de nuevo las gracias, y me levanto para recoger los platos. El viejete empanado del Bierzo hace como si no pasara nada y comienza a dar las gracias por los alimentos.

Me bajo a cenar. Espero que esta vez no se me olvide el protocolo.

3 dic 2011

Financiado por la ONU y por Italia

Llevo ya casi cinco días por aquí y parece que hubiera llegado ayer. Los ritmos salmódicos y la percusión de los bidones de plástico son el hilo musical que mis oídos asimilan sin esfuerzo. Los días pasan entre reuniones, pachanguitas de fútbol con los canijos y conversaciones con el peruano bajito, muy majete, muy amanerado y muy de argumentarlo todo (estilo Aitor) y el viejete del Bierzo, que vive más en la parra que el viejo del anuncio del coche. Para haceros una idea, el otro día me preguntó si Zapatero se había presentado otra vez a las elecciones.

Hoy me he ido con el peruano en la moto a visitar a un antiguo entrenador de fútbol que llevó a un equipo de Dakar a la Copa de África. Nos ha contado muchas cosas interesantes acerca de las dificultades que nos podemos encontrar al organizar una liga de fútbol por aquí. Después hemos ido al estadio de fútbol de Dakar para encontrarnos con una mujer que es instructora de esgrima (sí, sí, esgrima) para intentar montar una estrategia que consiga atraer a las chicas a hacer deporte.

Después de cenar un pescado riquísimo que Mamá Mari Anne ha ido a comprar a la lonja esta tarde, me he ido con Pascal a ver un concierto. En la casa de la cultura de Dakar, la Embajada italiana cerraba varias semanas de actividades con la actuación de Ismael Lo, un cantante bastante conocido en Senegal. Entorno agradable, con árboles, flores y un chiringuito para beber cerveza Flag.

La verdad es que me ha encantado. El fulano hablaba un poco en español creyendo que era italiano. En un momento dado, ha gritado Hala Madrid y la peña se ha quedado bocas. Un poco después, ha parado de cantar y ha dicho que como la gente no se pusiera de pie y empezara a bailar, suspendía el concierto. El puto amo el Ismael.

Como es habitual en estos eventos, los blancos expatriados y algunos senegaleses de alta cuna llenaban las sillas de jardín del recinto. Por lo que he podido observar en mis viajecillos por aquí, y hoy era un evento perfecto para ello, en África existen (existimos) varios tipos de blanco/a:

1. El amargado/a, que siempre está con una mueca de fastidio ante todo. Impaciente, condescendiente, se queja de lo desastrosos que son los africanos. Más o menos el mismo porcentaje de tíos que de tías.
2. El entregado/a, que se hace rastas, lleva pintillas de perro flauta e intenta parecer negro bailando sin gracia al ritmo de la música. Y que se folla a un negrata o a una negrata desde el segundo día que llegó. Bastantes más pibas que pibes.
3. El borrachuzo/a, que le da igual si está en Dakar o en Teruel. Pregunta donde está el bar y se hincha a birras. Bastantes más pibes que pibas.
4. El flipado/a, que lo sabe todo de África cual ratón de biblioteca, lleva camisa y pantalones de coronel Tapioca y se cree que va a cambiar el mundo con su paternalismo. Suele haber más pibes que pibas, pero está más equilibrado.

Esta noche he conocido a un par de luxemburgueses muy majetes, del pelaje número 4. Trabajan para la ONU y se creen que están haciendo la polla en verso. La verdad es que se lo han currado, ya que me han invitado a tres o cuatro birras. Mirándolo bien, me he tomado una a la salud de Obama y otra a la de Putin, por eso del veto y tal. La tercera se la voy a dedicar a Sarkozy por eso de que nos va salvar el culamen con el temita del euro (sarcasmo modo ON).

Para no irme de rositas, yo me definiría como un 3, con algunos matices del 4 porque a veces me flipo un poquito, y otros matices del 2, más que nada porque las senegalesas están más buenas que comer con las manos. Madre mía que cacho de pibones se ven por aquí.

Así que nada, me voy al sobre que mañana toca hacer cositas de curro. Os dejo un enlace de una canción que he escuchado esta noche y que seguro conocéis. Se me han puesto los pelos como escarpias. Por África: