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28 feb 2011

Y los yanquis mueven ficha

Desde el 1 de enero de 2004 hasta el 31 de diciembre de 2009, 109.032 muertes fueron registradas en Irak gracias a los datos filtrados por Wikileaks, 66.081 civiles entre ellas. Que Estados Unidos lleva asesinando sistemáticamente a población civil desde hace años en muchos puntos del globo es un dato que convenga quizás recordar en estos días y que nadie podrá contestar.

Hoy, se ve autolegitimado para actuar. Sus principales acólitos, principalmente la UE, que siempre habla en nombre de sus miembros más poderosos, también le legitiman. Otros guardan silencio, y el que calla, otorga: el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprueba sanciones por unanimidad.

La primera, embargar el envío de armas a Libia, o lo que es lo mismo, dejar de ingresar dinero por la venta de material bélico a Gadafi. No sobra comentar que, según datos publicados, sólo en 2009, la UE vendió a Libia armas por importe de 350 millones de euros. La segunda es bloquearle las cuentas en el extranjero, es decir, seguir especulando en sus bancos con las cantidades ingentes invertidas por Gadafi, familia y testaferros del régimen, unos 20 mil millones de dólares según estimaciones de The Guardian. Además, Estados Unidos está dispuesto a ofrecer a los insurgentes (que igual dentro de un par de meses son denominados terroristas) "cualquier tipo de asistencia".

El caso es que a Gadafi le tenían ganitas desde hace tiempo. Sus "paces" con occidente pararon lo inminente. Un tirano más apuntado en la lista negra, quizás el más odiado después de Saddam. Seguramente el más cínico de estos dictadores, de estos locos que en la vorágine han perdido todo contacto con la realidad, con la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal.

Quizás no son peores que otros muchos que campan en los sillones de medio mundo. Se creen dueños de un cacho de tierra muy rica y son díscolos en las formas y en el fondo que marca el abrir la puerta de sus recursos, cobrar un peaje para enriquecer a unos pocos y tener a una población callada y empobrecida. Pero estos tiranos no quieren repartir el pastel con las reglas del "libre comercio". Lo quieren todo, y el todo es muy grande. Demasiado para que sus excesos pasen inadvertidos.

Y el caso es que leo la noticia, veo que se va a intervenir en Libia y me alegro. Mirada con un microscopio, la población libia necesita ayuda. Luego levanto la vista y no lo veo nada claro. La Comunidad Internacional registra alrededor de 1.000 muertos desde el inicio de los enfrentamientos. Son muchos, sí. Pero, ¿por qué ahora cuentan más? ¿cuál es el rasero? ¿quiénes son los buenos?

27 feb 2011

Si tampoco cuesta tanto...

Al lado del portátil se van acumulando tazas vacías. Los calcetos y los gayumbos yacen en el suelo, a izquierda y a derecha, sin orden ni concierto, aunque al pasar por delante es inevitable desplazarlos hacia un rincón con el pie.

En la cocina los platos y demás enseres se acumulan. Primero en la pila y luego en sus aledaños. Los primeros lucen ciertamente decentes porque el agua ha aligerado su moho, pero otros te miran con cara desafiante, retándote para que saques a relucir el estropajo metálico o para que los satures de fairy y de agua caliente.

Por el suelo se rueda una película del oeste. Las partículas microscópicas se unen y se acumulan en los lugares más inhóspitos. Debajo de la cama tienen su lugar de culto, y allí conspiran para hacerte saber que son indestructibles.

Y así, los días van pasando. El momento se va dilatando porque siempre hay algo mejor que hacer. Pero llega el día D y cada uno toca fondo con algo. En mi caso, todo comienza por la carencia lacerante de ropa interior. Todo para el agujero, detergente y suavizante. Todo rápido, mecánico. Joder, si tampoco costaba tanto. Empoderado por el mecer de la lavadora, me vengo arriba y me arremango. Este rayo de actividad tiene que ser aprovechado. Y una vez en órbita, hay que darlo todo.

Los hay metódicos en sus procesos de limpieza. Yo intento serlo, pero en seguida me sumerjo en la anarquía. Lo primero es recrearse en el momento: una buena selección en el spotify o no me concentro. Empiezo fregando platos pero pronto me aburro, pululo por la habitación y me pongo a recoger la ropa como un loco. Doblo lo limpio con mimo, envío cada prenda al lugar que le corresponde. Me canso y me traslado al baño. Elimino los pelos que se acumulan en los recodos más insospechados, limpio el espejo con el multiusos, currándomelo de arriba a abajo para que no halla ronchones.

Y así pasan las horas, dos, quizás tres. Con algún descanso merecido, la casa va quedando decentemente limpia para un ser humano de estándares mediocres.

Cuando acabo me doy un rulo por la casa. Qué gusto, hasta tiro de colonia cara para perfumar. ¿Cómo he llegado a esto?, me digo. Los primeros días me lo curro. Hago la cama y todo. Los calcetos a la bolsa de la ropa sucia, los cubiertos bien fregaditos, la mesa del salón reluciente, los pelos del afeitado bien recogidos...pero hay un momento, indescriptible, indescifrable, en el que me vuelvo a perder. Y el círculo me devuelve al inicio de este post.

24 feb 2011

Con todos mis respetos

Indudablemente, gozamos de una libertad de expresión envidiada por casi todos. Y en estos días que corren sería una irresponsabilidad afirmar lo contrario. Pero a veces me pregunto si lo están haciendo tan bien que nos están engañando.

Define la RAE que libertad de expresión es la capacidad de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes y a las buenas costumbres. Vamos, que puedo decir y hacer lo que quiera hasta que cruzo una línea. ¿Pero cuál? Muy laxo lo de las buenas costumbres. Obviamente a todos nos surgen las palabras respeto y ley.

Claro está que podemos decir lo que queramos sin miedo a perder la libertad, porque cierta censura sigue existiendo. Y eso ya es mucho. Pero, ¿en algún momento decimos lo que queremos? ¿Solamente nos importan las represalias legales?

Con el desarrollo, en este país el término de "políticamente correcto" se ha ido ampliando de tal manera que si ahora Gallardón dice en unas fiestas de San Isidro lo que dijo Tierno (tenéis el vídeo en COSICAS), no es que dimitiera, es que tendría que salir del país. Si ahora en la 1 ponen un programa infantil con el contenido de la Bola de Cristal, se lía parda.

Lo que se dice en público se mesura con mucho cuidado. Y con esto de internet, una frase mal dicha en una red social, ¿verdad, Vigalondo? puede mandar tus huesos contra las mazmorras de tu profesión. Y si ya tienes la mala suerte de que te pillen tirando un gato a la basura, tienes a un velero de Greenpeace con veinte activistas remontando el Támesis para arrancarte la piel y ponérsela al gatito.

Lo curioso es que la censura no viene del exterior, sino de nosotros mismos. Siempre hace más ruido la corriente que censura algo que la que no lo hace. Y como cochinillos sociales que somos, solemos tender hacia la mayoría. Y como nosotros hemos censurado otras cosas, nos aplicamos la autocensura.

En muchas ocasiones, caemos en eufemismos o intentamos enrevesar el lenguaje para ser "políticamente correctos". No soy racista pero, ha muerto de una larga enfermedad, compañeros y compañeras*, era un oscuro, así, morenito...

Por otro lado, la entrada en la UE ha ido marcando una tendencia hacia la prohibición y la regulación que en España ha caído demasiado rápido para digerirlo. Y la ley cada vez es más paternalista. Parece que cuando podíamos madurar en el ejercicio de nuestras libertades, más en pañales somos tratados por los que nos gobiernan. Cada vez quedan menos cosas a la imaginación del propio entender. Lo que está bien y lo que está mal viene cada vez más marcado, y se enciende con un mecanismo simplificado. Es malo porque ha dicho esto o es malo porque ha hecho esto. Domesticados e infantilizados y con la toga de juez que nos da la naturaleza humana.

Y siento que desde "arriba", en un término que pretende englobar a todo aquél más poderoso que yo, cada vez se marcan más preceptos morales, y que esos preceptos son cada vez más hipócritas, interesados e intolerantes.

* He estado a punto de aplicar la autocensura de la que hablo y borrar este ejemplo.

23 feb 2011

El oro negro se hizo rojo

"Yo no me voy a ir, moriré como un mártir". Esta es la última frase del dictador más longevo de África, de un megalómano que lleva en el poder desde 1969.

Libia no es un país al uso. Es un país con una historia inexistente, con una densidad de población bajísima, un cobijo para inmigrantes subsaharianos que trabajan de forma inhumana en las explotaciones petrolíferas de medio mundo, que pagan su peaje a los míticos prebostes. En resumen, un país que no es un país.

Habitada por beduinos que recorrían el desierto y por aventureros que ocupaban las zonas costeras, fue ocupada por Italia en su absurdo anhelo de ser potencia colonial. En sus terribles desiertos, Rommel y Montgomery jugaban al ajedrez con sus tanques, sus tormentas de arena y sus conquistas.

Cuando la segunda Guerra Mundial finalizó, nadie quería quedarse con ese pedazo de tierra. Así que Libia se convirtió en la primera nación independiente de África. Pero al término nación le faltaban muchas cosas. En 1951, Idriss, que había luchado contra la colonización italiana como líder de una familia de beduinos del noreste (la región de Cirenaica), fue legitimado como rey por las Naciones Unidas. Gestado por omisión, entre tribus sin ningún pasado común, se alzaba un país más trazado por la escuadra y el cartabón de occidente que por un sentimiento común que les uniera. Y es que en esos tiempos nadie conocía el oro negro que yacía en su suelo.

Muammar Gadaffi. Un hombre de origen beduino, graduado en derecho y pulido en escuelas reputadas londinenses. Nada nuevo en el perfil de un déspota ilustrado. Megalómano con aires socialistas, subió al poder en 1969 de forma oficiosa, y su revolución adquirió nombre unos años más tarde. En 1977, empoderado por el mundo tras la crisis del petróleo, la Yamahiriya, el Estado de las masas, unificó un desierto lleno de nuevos recursos.

En los 70 viajó por toda África intentando unir al continente, con su discurso de socialista panafricano e iluminado. Fue el malo de occidente en la década de los 80, bombardeado por Reagan en 1986. En 2003, ahogado por el bloqueo económico de occidente, pidió perdón por alentar los atentados de Lockerbie. Desde entonces, su petróleo fluye por nuestras venas, y sus costas detienen las hordas de negros que quieren quitar el trabajo a nuestros admirados europeos.

Hoy Libia abre las portadas pero sigue siendo un lugar desconocido. Poca información se recaba, salvo algunos testimonios que hablan de masacre, de bombardeos contra la población manifestante. Se habla de que son mercenarios de Gadaffi, de que algunos generales del ejército han desertado, de que el número de muertos se eleva de forma escalofriante.

Libia figura en las estadísticas como el país más rico de África. Su IDH es el más alto del continente. Da trabajo a más de un 30% de inmigrantes subsaharianos y proporciona petróleo para ir y volver de Cádiz a San Petesburgo un millón de veces con un Ferrari Testarossa.

Pero la desigualdad no figura en las estadísticas. La gente se ha cansado. Se ha contagiado de este virus tan repentino y sorprendente al que la prensa denomina deseo de democracia y libertad, cuando acaso no es más ni menos que hartazgo y anhelo de dignidad, de cualidad de ser humano, de exigencia de cambio. No saben exactamente cuál, pero al menos quieren sentirse personas, visualizarse en el futuro cuando cierran los ojos.

Y mientras, Gadaffi azuza a sus mercenarios y destroza su castillo de arena antes de que alguien pueda llegar a moldearlo. Y su hijo, que es peor que su desorbitado padre porque ya nació corrompido, habla de guerra civil cuando quiere decir genocidio. Y mientras, la ONU, la UE, el mundo opina. Se habla de no injerencia. Nos indignamos porque pensamos que se debería intervenir y parar esta sangría. Aplicamos nuestro sesgo eurocentrista y condescendiente creyéndonos superiores, queriendo hacer partícipe al "pueblo" de las mismas cosas de las que disfrutamos nosotros.

No sé cómo se desarrollarán los acontecimientos en los próximos días. En este mundo vertiginoso, todo se precipita en cuestión de horas. Solamente sé que me alegraría si toman el palacio presidencial y queman vivo a este hijo de puta. Y sin ayuda de nadie que luego pueda pedir recursos a cambio.




21 feb 2011

El día en el que pensé muchas veces

Y llegaron de nuevo los Beni Gurriagel, la tribu de Abdel Krim. En Alhucemas se juntaron jóvenes de Imzouren, la segunda ciudad más poblada de la provincia, Ajdir y Beni Voyage (en frente del Peñón de Alhucemas). Franco puede atestiguar lo beligerantes que se mostraron en la Guerra del Rif contra sus huestes, y en la Guerra Civil a su favor. La gente de Alhucemas y del oeste (tirando hacia el Parque Nacional) es de otra cabila, los Ben´Ibuqoyen, o hijos de las colinas, que siempre se han mostrado mucho más tranquilos.

La concentración comenzó a las 10 de la mañana por la gente de Alhucemas, y se estaba mostrando pacífica. La asociación de parados licenciados, la que más se ha movido en los últimos años, había convocado la manifa. A las 2 de la tarde se juntaron en Alhucemas los manifestantes, casi todos jóvenes, en la Avenida de Mohammed V. Allí se vieron superiores a la policía en número y se desencadenó todo. Una comisaría, coches de policía, el Ayuntamiento, varios bancos, dos hoteles y la Bachauia (la antigua sede del Gobierno y un edificio con bastante valor arquitectónico y recién restaurado) fueron atacados con fuego y piedras. Los cinco muertos se calcinaron en una sucursal bancaria. Parece ser que habían entrado a robar la pasta del cajero. De los 128 heridos, la mayoría son maderos. Hay más de 150 detenidos, que estarán recibiendo hostias a mansalva.

Os puedo asegurar que estoy flipando. Después de dos años viviendo en Alhucemas, no me imaginaba que la protesta fuera a ser de tal magnitud, ni que se le descontrolara de ese modo a las fuerzas marroquíes. Mucha gente, como Mustapha, el hermano de mi colega Aziz, salió a la calle a ver los edificios arder, supongo que flipando en colores, también supongo que con un sentimiento con gotas de alegría, incredulidad e incluso miedo por haber ido demasiado lejos.

Hoy el día ha amanecido con aparente normalidad en Alhucemas, pero en la vecina ciudad de Imzouren ha continuado la revuelta, y la policía les ha reprimido con bolas de goma y gases lacrimógenos. Un joven ha muerto arrollado por un coche de policía. En la Universidad de Oujda, donde estudian la mayoría de los jóvenes de la provincia de Alhucemas, también ha habido violentos enfrentamientos con la policía.

La oficina del MPDL no ha abierto por precaución, pero se espera volver al curro en breve. El alcalde, al que tengo por un buen tipo, que ya es decir muchísimo, ha dimitido. La policía peta las calles pidiendo la nequa (DNI) a todos lo transeúntes, expulsando de la ciudad a todo aquél que no resida en Alhucemas, salvo extranjeros y funcionarios.

Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos. La policía ya ha demostrado hoy que no volverá a descuidarse. Dependerá de lo que se mueva la sociedad civil de las grandes ciudades, sin olvidar que los Beni Gurriagel, cuando les tocan los cojones, llevan la sangre almohade.

Además, el Rif tiene un pasado reciente de enfrentamientos con Hassan II, al que intentaron asesinar dos veces. Hubo bombardeos y fusilamientos seleccionados. El movimiento bereber, asociado al comunismo, fue salvajemente reprimido en la Universidad en la década de los 90 con secuestros y asesinatos.

La estrategia de Mohammed VI ha sido otra. Ha elegido Alhucemas como lugar de veraneo, y cada vez que viene reparte una buena cantidad de limosnas en forma de licencias de taxis, de donaciones a pescadores o construcción de alguna carretera para tener al pueblo tranquilo.

Hassan II llamaba apaches a los rifeños. No creo que Mohammed VI se atreva a llamarles de ese modo. Como la revuelta suba a Ketama, el gobierno marroquí va a tener un serio problema. Si os interesa seguir la movida al día, entrad aquí: http://alhucemas.info/

Por cierto, escribiendo ésto acabo de leer lo de Libia. Muy desfasado.

17 feb 2011

¿Cambio de era?

Entre bocado y bocado a un entrecot de 300 gramos, debatíamos el otro día si estábamos viviendo un cambio de Era, si los historiadores estarían empezando a revisar los libros, si en los colegios del mundo la tan estudiada Edad Contemporánea, con la Revolución Francesa como inicio, estaría tocando a su fin, y un nuevo término sería acuñado en estos tiempos en los que vivimos.

La II Guerra Mundial sacudió el mundo y lo dejó horrorizado. Recientemente, tenemos dos hitos históricos separados por tan solo 10 años: la caída del muro de Berlín constituyó una especie de hegemonía del capitalismo en el mundo entero, salvo algunas aldeas galas insignificantes. El 11-S ayudó a situar en el mapa a un nuevo enemigo en nuestro occidente superior y demócrata, y constituyó el primer ataque terrorista (en esta nueva era la palabra terrorista sustituye a la palabra bélico) en el suelo del nuevo jefe, en el corazón de la Gran Manzana. Entretanto, con la crisis, los países ricos se han dado cuenta de que el estado de bienestar no es capaz de lidiar con la especulativa naturaleza humana, y en la ecuación, pretenden revisar antes la palabra bienestar que la palabra especulación. Además, miles de millones de nuevas bocas (China, India, Brasil) amenazan la despensa del mundo.

El modelo está claro: existen países desarrollados que, dejando a un lado matices, defienden un modelo económico liberal, dicen respetar la Declaración Universal de Derechos Humanos en un porcentaje más o menos alto, y son gobernados por un régimen democrático. Su ciudadano medio puede discutir acerca de muchas cosas sin que nadie le denuncie o le increpe, y además puede hacerlo con un entrecot en el plato. Tenemos demasiado que perder como para salir a la calle, a no ser que veamos nuestra burbuja de bienestar amenazada: cuando los jóvenes franceses salieron a la calle ante una reforma del Gobierno que pretendía rebajar los derechos de los pensionistas, un líder universitario afirmó: "No queremos perder los derechos por los que lucharon nuestros padres". Es decir, "virgencita, virgencita, que me quede como estoy"

También existen otros países, los que poseen a una ciudadanía informada a través de youtube, que miran con envidia tanta opulencia. Sus gobiernos también defienden un modelo económico liberal, pero respetan aún menos la Declaración Universal de Derechos Humanos. Resumiendo, quieren visualizar una vida parecida a la que nosotros tenemos. Túnez y Egipto han sido las primeras piezas de un dominó apasionante. Argelia, Yemen, Bahrein, Libia, Irán, amenazan con seguir cambiando la historia.

Así que aquí estamos. Unos dicen que esto va a petar, que ya no damos abasto y que la Tierra se va a cansar de nosotros y nos va a mandar a tomar por culo. Otros piensan que su vida es como es, un camino difícil con recompensas materiales o espirituales que nos hacen felices. Medio mundo anhela tener un pensamiento como el nuestro. Y muchos otros no tienen el estómago lleno para poder pensar en nada más.

¿Cómo se llamará esta nueva Era? Yo la llamaría la Edad de los Mercados*

*En COSICAS tenéis una intervención genial de Anguita








16 feb 2011

La palabra libertad

A raíz de un vídeo recomendado por Aitor (tenéis el enlace en mi sección de COSICAS (mola decir que tienes una sección aunque sea un tordo)), he empezado a dar vueltas a lo que significa la palabra libertad. Como no me aclaraba del todo, pensaba mentalmente en algo y después ese mismo pensamiento se volvía contra mí, me he ido a la RAE, que es muy sabia aunque se quiera cambiar el nombre de la i griega. Porque...¿qué significa la palabra libertad?


En casi todas las acepciones de la palabra, es definida de forma negativa: el que no es esclavo, el que no está preso, el falto de subordinación o sujeción, el no obligado al cumplimiento de ciertos deberes, el que contraviene las leyes, el exento de etiquetas, o el desenfrenado.

La primera acepción dice que es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. Vamos, que también establece dos salvedades claras al romántico deseo de que la palabra libertad se exprese en positivo sin ambages.

Quizás la mejor forma de definir algunas cosas sea la de pensar en lo que no son. O quizás no intentarlo.



15 feb 2011

Aprovechando el tirón

Recién vuelto del primer examen universitario después de 7 años. El derecho mercantil III que se me quedó colgado para el año siguiente se me ha venido a la memoria, y con él, las sensaciones de aquellos días: la semana de vacaciones pedida en mi curro de Londres, los horarios inhumanos de Easyjet, que obligaban a pillar un bule nocturno en Victoria Station para ir a Luton, el 442 para ir a la Universidad y ese ambiente frío de la Carlos.

Hoy todo era diferente. La presión no era la misma, pero una vez sentado delante de la hoja de examen, parece que todo fuera igual. No tenía a Levualá tirándose pedos delante mío pero un tipo de unos 50 años desprendía un tufo a sudor reconcentrado que me ha incomodado. Otra similitud era la habitual carencia pibones en clase, salvando por supuesto a nuestras bellísimas amigas.

El caso es que he vuelto a descubrirme delante de un folio en blanco, con mi cerebro intentando recordar conceptos, y no ha estado mal. Recién vuelto a casa, comeré, me echaré una siesta bien ganada y me pondré con el examen de mañana, un mamotreto de libro que me indigna porque hay más corta y pega que en un trabajo del rincón del vago.

Por cierto, una recomendación. El mundo en guerra (http://www.seriesyonkis.com/serie/un-mundo-en-guerra/) son 26 capítulos que desgranan la II Guerra Mundial con imágenes de archivo realmente impresionantes, con una narración muy bien estructurada.


14 feb 2011

¿Por qué indignarse?

Igual habría que indignarse por estas inversiones absurdas, sin contar con todas las administraciones implicadas, y no tanto por el sueldo de los políticos. Igual yo les pagaba un poco más si me demostraran su profesionalidad.

http://www.rtve.es/television/20090612/mamotretos-publicos-repor/280604.shtml